Menopausia, aceites esenciales que te pueden ayudar
Aceites esenciales para la menopausia
Según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) la edad media de las mujeres con menopausia es de 50 años, con una franja de edad para la perimenopausia de entre los 40 y los 54 años.
La perimenopausia es la transición de la fase reproductiva de la mujer a la no reproductiva, e implica un descenso progresivo de la producción hormonal del ovario, con alteraciones del ciclo menstrual, sangrado anómalo, cefaleas, sofocos, sudoraciones, insomnio, cambios de humor, así como sequedad de la piel y mucosas.
Para vivir este periodo de cambios hormonales y psicológicos lo mejor posible, es fundamental un estilo de vida saludable, que se caracterice por:
- Ejercicio físico moderado, con una parte de ejercicios de fuerza.
- Dieta rica en frutas, verduras y alimentos ricos en calcio y vitamina D.
- Reducir al máximo el consumo de alcohol, el tabaco, el café y la sal.
Y los aceites esenciales, ¿pueden ayudar?
Diversos estudios ponen en evidencia la eficacia de la fitoaromaterapia para aliviar los síntomas asociados a la perimenopausia.
Destaca la salvia (Salvia officinalis), tanto en forma de hojas frescas como en aceite esencial.
En el estudio de Bommer y colaboradores, las pacientes que tomaron un tratamiento a base de hojas frescas de salvia (Salvia officinalis) durante 8 semanas, experimentaron:
- Un 46% menos de sofocos considerados leves.
- Un 62% menos de sofocos moderados.
- Un 79% menos de sofocos graves.
- Un 100% menos de sofocos muy graves.
Además, en la revisión sistemática y metaanálisis realizada por Moradi y colaboradores en Julio de 2023 se confirma la eficacia de la salvia para aliviar los sofocos durante la menopausia. Según los autores, la actividad antidopaminérgica de los fitoestrógenos de la salvia, sería la responsable de la disminución de los sofocos.
En cuanto al aceite esencial de salvia, un estudio clínico a doble ciego y randomizado, publicado en Agosto de 2023, muestra que la inhalación de aceite esencial de salvia oficinal es capaz de mejorar la función sexual y la calidad de vida de las mujeres durante la menopausia.
Concretamente, la pauta utilizada fué la siguiente: 2 gotas de AE de Salvia officinalis en un disco de algodón, para inhalar 2 veces al día, durante 5 días consecutivos y descansar 2, a lo largo de 6 semanas.
El grupo control realizó la misma pauta pero con aceite vegetal de almendras dulces.
Otro aceite esencial que está súper referenciado para la menopausia es del de lavanda (Lavandula angustifolia), sobre todo para las alteraciones del sueño.
La difusión aromática de este aceite esencial, promueve el descanso nocturno y mejora la calidad de vida, según Gürler y colaboradores.
En otra revisión bibliográfica a cerca del uso de la aromaterapia para la gestión de los síntomas asociados a la menopausia, los aceites esenciales de lavanda y neroli (azahar), fueron los que obtuvieron mejores resultados, tanto vía inhalada como en masaje (diluidos en aceite portador).
Por último, resaltar los beneficios de la combinación de aromaterapia con mindfulness que se obtuvieron en el estudio clínico aleatorizado de Mojtehedi y colaboradores.
Los investigadores asignaron aleatoriamente a 132 mujeres posmenopáusicas en cuatro grupos: aromaterapia-cuidado de rutina con lavanda y bergamota (Aroma-RC), intervención basada en el protocolo de cuidado-placebo (MBI-P), intervención basada en la atención plena y aromaterapia (Aroma-MBI) y protocolo de cuidado con placebo (RC-P).
Los grupos de aromaterapia recibieron una botella que contenía 0,4% de aceite de bergamota combinado con 5% de aceite de lavanda preparado en una solución de etanol al 60%, mientras que los grupos de placebo recibieron una preparación de propilenglicol.
Los participantes se aplicaron de dos a tres gotas en el antebrazo y luego las inhalaron tres veces al día. Se realizaron sesiones de aromaterapia e intervenciones basadas en la atención plena durante ocho semanas. Los datos se recopilaron mediante varios cuestionarios antes de la intervención, inmediatamente después y ocho semanas después de la intervención.
No se encontraron diferencias significativas en las características iniciales entre los grupos. Los grupos MBI-P y Aroma-MBI exhibieron mejoras significativas en el deseo (p = 0,042 y p = 0,021), lubricación (p = 0,014 y p = 0,011), dolor (p = 0,023) y función sexual general (p = 0,027 y p = 0,003) en comparación con los valores previos a la intervención. Las comparaciones intergrupales mostraron diferencias significativas en el deseo (p = 0,025 y p = 0,048), la excitación (p = 0,025), la lubricación (p = 0,015) y la función sexual general (p = 0,032 y p = 0,047) entre MBI-P o Aroma-MBI en comparación con el grupo RC-P.
Las puntuaciones de ansiedad disminuyeron significativamente en los grupos Aroma-RC y Aroma-MBI en comparación con el valor inicial (p <0,001) y el grupo RC-P (p <0,001). Las puntuaciones de depresión disminuyeron significativamente en los grupos Aroma-RC y Aroma-MBI en comparación con el valor inicial (p <0,001), y Aroma-RC mostró una diferencia significativa en comparación con RC-P (p = 0,011).
La puntuación general de la función sexual mejoró significativamente en los grupos MBI-P y Aroma-RC, con beneficios sostenidos en el grupo de aromaterapia incluso ocho semanas después de la intervención, en comparación con RC-P. En las semanas 8 y 16, las puntuaciones de ansiedad en los grupos Aroma-RC y Aroma-MBI eran significativamente más bajas que en RC-P. El grupo Aroma-RC mostró una mejora en su puntuación media de depresión, pero sólo inmediatamente después de la intervención.
La combinación de mindfulness con aromaterapia sugiere un potencial para abordar la disfunción sexual y sus problemas de salud mental asociados en mujeres posmenopáusicas, aunque se necesita más investigación para dilucidar los mecanismos de acción y abordar las limitaciones del estudio, como las sensibilidades culturales y la eficacia del placebo. A pesar de que los autores no lo enumeraron como una limitación, el estudio se llevó a cabo durante la pandemia de COVID-19, lo que puede haber influido en las puntuaciones de ansiedad y depresión.
Recomendaciones prácticas
Además de los aceites nombrados anteriormente, yo suelo recomendar el de manzanilla romana (Chamaemelum nobile o Anthemis nobilis) y el de melisa (Melissa officinalis).
Ambos son aceites que calman el sistema nervioso central y tienen la capacidad de disminuir el calor corporal, muy adecuados para atenuar el malestar que provocan las sudoraciones y los sofocos y para conseguir un sueño reparador.
Sus aromas son muy distintos, el de manzanilla es más dulce y herbal mientras que el de melisa más cítrico y fresco.
Yo prefiero el de melisa, pero cada una debe experimentar con los diversos aceites y observar por cuál se siente más atraída y le funciona mejor.
Debemos tener en cuenta que ambos son aceites muy potentes y con poca cantidad obtendremos sus beneficios.
Si los usamos en un disusor de aromaterapia, en el dormitorio, media hora antes de acostarnos, mis recomendaciones son las siguientes:
- 2 gotas de melisa o de manzanilla romana (según preferencias)
- 3 gotas de lavanda
Otra opción muy práctica para llevar a todas partes, es un inhalador nasal (aromastick). En este caso podríamos dosificar 4 gotas de salvia y 3 – 4 de melisa o neroli.
También podemos aplicar los aceites mediante masaje en la zona de la nuca, escote y bajo vientre. Siempre bien diluidos en un aceite vegetal de calidad, por ejemplo de nuez de albaricoque o almendras dulces, que van a aportar nutrición y elasticidad a nuestra piel.
Para una loción corporal con este tipo de aceites esenciales, os recomiendo una concentración de alrededor del 3%. Se podrían combinar dos de ellos, por ejemplo un 1% de melisa con un 2% de salvia.
Os aconsejo que no preparéis mucha cantidad, por ejemplo un envase de 30 ml, ya que cunde mucho y así no os resultará demasiado costoso a nivel económico.
Por último, no debemos olvidar a ¡los hidrolatos! Los hidrolatos de lavanda, melisa o neroli son excelentes para pulverizar varias veces al día, según necesidad. Con la ventaja de que son muy económicos y se toleran perfectamente.
Siendo, además, maravillosos para el cuidado de la piel. Yo uso el de melisa a diario, como tónico facial. Especialmente antes de acostarme.
Recordar que se deben conservar en la nevera una vez abiertos. Así que los tendremos bien fresquitos, listos para usar a demanda!
Y si queréis aprender a incorporar los hidrolatos en vuestros cuidados diarios, os recomiendo el siguiente curso, específico sobre esta temática, en la que se explican con detalle las monografías de 18 hidrolatos y sus aplicaciones terapéuticas: